La renovación de los campos de fútbol 7 en Barcelona: un compromiso con el deporte local

En Barcelona, el Ayuntamiento, a través del Institut Barcelona Esports (IBE), ha finalizado con éxito la renovación de los campos de fútbol 7 de La Satalia y del Carmel. Estas instalaciones, situadas en los distritos de *Sants-Montjuïc* y *Horta-Guinardó*, respectivamentente, han visto cómo sus céspedes antiguos eran sustituidos por un pasto artificial de última generación. Este cambio no solo mejora las condiciones técnicas para el fútbol, sino que también responde al compromiso del IBE de mantener actualizadas las infraestructuras deportivas de la ciudad.

nstalación del césped artificial de última generación en los campos de fútbol de La Satalia y del Carmel

Innovaciones en el césped artificial

El nuevo césped instalado en ambos campos destaca por su tecnología avanzada. Con una base elástica prefabricada de 20 mm de espesor, este césped se compone de espuma de polietileno reticulado. Lo más interesante es que todo el material proviene de residuos de producción, haciendo de este un proyecto sostenible y libre de sustancias contaminantes.

La nueva superficie, de 40 mm, no utiliza caucho SBR, un avance significativo que va un paso adelante respecto a las normas de la UE que prohibirán el uso de microplásticos para 2030. En cambio, solo se rellena con arena de sílice y destaca por su densidad y resistencia, lo que garantiza una mayor durabilidad y menos necesidad de mantenimiento. Contribuyendo así a una gestión más eficiente de las instalaciones.

Mejoras adicionales en las instalaciones

Además del reemplazo del césped, los campos han experimentado otras actualizaciones. En La Satalia, las porterías antiguas se sustituyeron por nuevas, se mejoraron las canales perimetrales y se modernizó el sistema de riego. El Carmel, por su parte, también vio sus porterías y redes reemplazadas, además de la instalación de un novedoso sistema de riego con cañones, que incluye depósito de agua y cloración.

Estas renovaciones implicaron una inversión significativa. El coste para La Satalia ascendió a 183.955,36 euros, incluido el IVA, mientras que las mejoras en el Carmel costaron 221.076,81 euros. Sin embargo, no solo los usuarios de fútbol 7 se benefician de estas actualizaciones. También se instalaron nuevos céspedes en los campos de fútbol 11 de ambas ubicaciones en años recientes; La Satalia en 2019 y Carmel en 2021.

Un legado constante de mejora deportiva

Estas renovaciones no son casos aislados. Forman parte de una estrategia más amplia del Institut Barcelona Esports para mejorar constantemente las infraestructuras deportivas de la ciudad. De hecho, en los últimos años, se han puesto en marcha numerosas renovaciones de campos en distintos puntos de la ciudad. Destacan instalaciones como el Campo Municipal de Fútbol la Báscula, Vallvidrera, Puerta, Bon Pastor, Nuevo Cerdeña, entre otros.

Cada proyecto refuerza el compromiso del Ayuntamiento de Barcelona por dignificar el deporte en sus barrios, entendiendo que el fútbol es un valioso espacio de socialización y que es vital contar con instalaciones adecuadas. Además, estos esfuerzos no solo benefician a los deportistas, sino que ayudan a fortalecer el sentido de comunidad al ofrecer lugares renovados para reunirse y disfrutar del deporte.

Futuro de las instalaciones deportivas en Barcelona

Hacer frente a la creciente demanda de espacios deportivos modernos y sostenibles es una prioridad para Barcelona. Cada cambio y mejora no solo responde a necesidades técnicas, sino que también lleva consigo un mensaje claro de respeto por el medio ambiente y énfasis en la sostenibilidad. Adaptarse a las normativas europeas es solo una parte, lo esencial es crear un legado perdurable.

Conforme la tecnología avance y surjan nuevas herramientas, cabe esperar que Barcelona siga siendo pionera en garantizar que sus instalaciones deportivas sean no solo funcionales, sino también un ejemplo de resiliencia y sostenibilidad. Estos esfuerzos aseguran que los ciudadanos puedan disfrutar del deporte en condiciones óptimas, fortaleciendo a la vez la cohesión social y el bienestar comunitario.

El compromiso inquebrantable de Barcelona no muestra signos de disminución. Al contrario, se reafirma con cada proyecto completado, convirtiendo a la ciudad en un modelo a seguir para otras urbes que buscan equilibrar el deporte, la comunidad y la sostenibilidad.