Barcelona se ha convertido en el epicentro del cine y no solo por la celebración de los Premios Sant Jordi de Cinematografía. La Ciudad Condal recibió a Meg Ryan, la icónica actriz de los años 80 y 90, quien llegó para presentar su segunda película como directora, «Lo que sucede después», en el BCN Film Fest.
A sus 62 años, Meg Ryan irradia elegancia y madurez. Si bien en el pasado se ha enfrentado a críticas por sus decisiones estéticas, su presencia en Barcelona es una prueba de su esplendor renovado.
Recibiendo el Premio de Honor de los Premios RNE Sant Jordi de Cinematografía, Ryan ha demostrado que su legado en la industria del cine trasciende más allá de su trabajo frente a la cámara.
Meg Ryan en el BCN Film Fest
La película que presenta, «Lo que sucede después», es una comedia romántica que explora las complejidades del amor en la madurez.
Con David Duchovny como coprotagonista, la historia sigue a una expareja que se reencuentra en un aeropuerto durante una tormenta, desenterrando sentimientos de nostalgia y oportunidades perdidas. La premisa, según Ryan, busca capturar la magia de los encuentros fortuitos y la melancolía de las segundas oportunidades.
Pero la película va más allá de la típica comedia romántica. Aborda temas como el arrepentimiento, la dificultad de integrarse en el mercado laboral en la madurez y la complejidad de las relaciones humanas.
Con personajes que superan los 60 años, «Lo que sucede después» ofrece una mirada honesta y conmovedora sobre el paso del tiempo y las decisiones que moldean nuestras vidas.
Para Ryan, dirigir esta película ha sido un viaje de autodescubrimiento. Inspirada por Nora Ephron, la legendaria directora de «Tienes un email» y «Algo para recordar», Ryan ha encontrado en la dirección una nueva forma de expresarse artísticamente. Aunque reconoce los desafíos y responsabilidades que conlleva dirigir una película, también valora la oportunidad de trabajar con un equipo talentoso y comprometido.
Barcelona en el mundo del cine
La visita de Ryan a Barcelona no solo representa la presentación de su última película, sino también un momento de reflexión sobre su carrera y su evolución como artista. Aunque el mundo del cine ha cambiado desde sus días de gloria en los años 90, Ryan sigue comprometida con su pasión por el arte y la autenticidad en su trabajo.
En una industria dominada por las fuerzas del mercado y la búsqueda de la relevancia instantánea, Ryan destaca la importancia de mantenerse fiel a uno mismo y perseguir la autenticidad en lugar de la fama. Aunque su éxito en Hollywood la llevó a la cima de la fama, ahora encuentra alegría en los pequeños placeres de la vida y en el proceso creativo de hacer cine.