Uno de los mejores bares del mundo abrió recientemente en el Raval, se trata de Dead End Paradise, específicamente en Valldonzella, 30. Un lugar, moderno y cercano, con mucho estilo y casual, perfecto para todo tipo de público.
Jad Ballout es el propietario de este fantástico lugar de copeo, del cual no podemos hablar sin antes conocer la historia detrás de su apertura. Antes de este sitio, Jad tuvo un bar en Beirut el cual se llamaba Electric Bing Sutt –llegó a estar entre los 50 mejores del mundo en el 2019–. Pero el 4 de agosto de 2020, la terrible explosión en el puerto de Beirut redujo su coctelería a solo escombros.
Por suerte Jad y el resto de los empleados le hicieron el quite a la muerte, y tres días después del suceso amigos “bartenders” alrededor del mundo comenzaron a recaudar dinero a través de eventos y sus bebidas embotelladas. De esta forma, y en muy poco tiempo, lograron recaudar alrededor de 40.000 euros.
Con el dinero, Jad y sus socios tomaron la decisión de no reabrir Electric Bing Sutt en Beirut, sino que abrieron un nuevo bar: Dead End Paradise, lo que quiere decir que este es un bar nacido de la solidaridad, y de su identidad libanesa, según lo explicó su dueño.
Dead End Paradise: un bar con afinidad mediterránea
El Dead En Paradise de Barcelona que recientemente fue inaugurado por él y su jefa de coctelería, Jade Ismael, quien luego de la explosión se fue a trabajar a Suiza y ya se instaló en Barcelona, precisamente para este proyecto afirmó en una entrevista que:
“Barcelona es muy parecida al estilo de vida libanés y mediterráneo. Al mismo tiempo es una ciudad muy internacional que está creciendo de forma acelerada en la escena coctelera”.
Jad Ballout define las bebidas de su nuevo bar como algo muy “experimental, pero sin esnobismos”, muy cercano al consumidor y fácil de asimilar, en lo que a textura y sabor se refiere. Por lo tanto, aprovechó para hacer alarde de su espectacular cóctel de pan con tomate líquido creado a partir de vodka y whisky de malta que se infusiona con pan y clarificado. Su sabor es de notas dulces, gracias a su tomate confitado y el aceite de oliva que le da un toque un tanto grasiento al final. Afirma que es, simplemente delicioso.
La inspiración de los sabores viene de las cosas que han descubierto en Barcelona. Y destaca, por ejemplo, el Icy Pink, que es un cóctel con churros- más bien con sirope de churros–. Una bebida inspirada en un día en la rambla.
Definitivamente hay que conocer este local, un lugar que asombra por sus ventanales de cristal, su escalera de caracol, su barra abierta y, por supuesto, su espectacular ambiente y bebidas.