Lo sabemos, Plaza Catalunya suele ser un lugar que resulta poco atractivo para quedarse, y por esto es, básicamente, un lugar de paso. Pero no todo está perdido, porque en esta oportunidad queremos hablarte de algunos tesoros escondidos en sus alrededores ¿quieres saber cuáles son? ¡Te lo contamos todo, a continuación!
Y no te vamos a hablar de las atracciones más populares como Gaudí o La Rambla o sus afluentes como Paseo de Gracia o Portal del Ángel. Son unas excelentes opciones para hacer algo diferente en esta zona, y te aseguramos que no se trata de ir de shopping a alguno de los centros comerciales que la rodean.
Lugares interesantes en Plaza Catalunya (o muy cerca de ella)
¿Qué tal un delicioso café en Dalston? (Carrer de les Ramelleres, 16)
Sí, es una diminuta cafetería, pero no tienes que decepcionarte por eso. Porque acá sirven un de los cafés de especialidad –tostado por ellos mismos– más deliciosos de la zona. Dalston surgió en 2017 y desde entonces se ha convertido en un referente para los amantes del café, mejor aún si lo acompañas con cualquiera de sus opciones en bollería y sándwiches.
Los Cines Comedia
Seguramente esta opción no es nueva para ti, pero no está de más recordarte que a tan solo unos cuantos pasos de Plaza Catalunya existe un cine en el que solo tienes que pagar 5 euros por ingresar. Además, que puedes encontrar películas de tipo comercial e independiente.
Visitar la Cafetería Gourmet La Plaça
La Cafetería Gourmet La Plaça es un lugar espectacular para comer situado en el corazón de la plaza más emblemática de Barcelona, la Plaza de Catalunya. En la Cafetería Gourmet La Plaça sirven una versión de lujo de platos tradicionales españoles, como la paella y las tapas, así como platos internacionales favoritos, como hamburguesas y pasta. El menú ofrece platos que te harán la boca agua y que seguro satisfarán cualquier apetito.
Un café en el Café Zurich
El Café Zurich de la Plaza Catalunya de Barcelona es una cafetería encantadora que proporciona una escapada relajante a cualquier amante del café. Enclavado en un lugar bullicioso, este café es un espacio bello y clásico donde los clientes pueden disfrutar de bebidas únicas y una gran variedad de tentempiés.
¿Conoces la historia de la Plaza de Catalunya en Barcelona?
La Plaza de Cataluña es una céntrica plaza situada en el corazón de Barcelona que se ha convertido en un lugar emblemático de la ciudad. Su historia se remonta a finales del siglo XIX, cuando se inauguró con motivo de la Exposición Universal de Barcelona. Desde entonces, la plaza ha sufrido varias transformaciones y proyectos de urbanización, convirtiéndose en un bullicioso centro de actividad donde se reúnen barceloneses y turistas para disfrutar del vibrante ambiente de la ciudad. En este artículo nos adentraremos en la fascinante historia de la Plaza de Cataluña, explorando su arquitectura, ubicación y significado cultural. Acompáñanos en este viaje en el tiempo y descubre los secretos que esconde uno de los monumentos más queridos de Barcelona.
Apertura de la Plaza de Catalunya
El 2 de noviembre de 1927, el rey Alfonso XIII inauguró ceremoniosamente la recién construida y esperada plaza pública. Este acontecimiento marcó la culminación de un proyecto urbanístico a largo plazo y atrajo a numerosos altos funcionarios y curiosos.
La gran inauguración de la plaza supuso el comienzo de una nueva y emocionante era para la ciudad, ya que había sido diseñada para actuar como crisol tanto para los lugareños como para los turistas. Poco después, la zona bullía de actividad, y aparecieron bancos, hoteles, bares y restaurantes para dar servicio al creciente número de visitantes. También se convirtió en un lugar popular para mítines y manifestaciones políticas, debido a su céntrica ubicación y cómoda accesibilidad.
La inauguración de la plaza pública fue un momento crucial en la historia de Barcelona y hoy sigue siendo un hito destacado de la ciudad. Sus amplios espacios abiertos, sus servicios y su animado ambiente la convierten en un destino popular tanto para los barceloneses como para los turistas.
Urbanización de la Plaza de Catalunya
La modernización de la zona situada frente a las puertas de la ciudad fue un periodo notable de la historia de Barcelona. En 1902 comenzó el proceso de transformación, y en 1929 se realizaron nuevas modificaciones con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona. La misión era modernizar la región y convertirla en un importante nudo de comunicaciones y centro de comercio.
La renovación de la zona fue una notable proeza de arquitectura e ingeniería. El arquitecto Francesc de Paula Nebot fue el cerebro de los cambios realizados en 1929. Entre otras cosas, se construyó una estación de metro que conectaba la plaza con otras partes de la ciudad. Además, se añadieron fuentes, bancos y farolas para mejorar el atractivo y la practicidad de la zona.
La urbanización del recinto fue un punto de inflexión en el progreso urbano de Barcelona. Pasó de ser un terreno abierto a un bullicioso centro de actividad, con la aparición de bancos, hoteles, bares y restaurantes poco después de su finalización. Hoy en día, la zona es uno de los símbolos más emblemáticos de la ciudad, que representa su larga historia y su dinámica cultura.
Arquitectura de la Plaza de Catalunya
Esta impresionante zona es famosa por su arquitectura, que se ha ido remodelando a lo largo de los años para reflejar las tendencias y estilos siempre cambiantes. Una figura destacada en este sentido es Francesc de Paula Nebot, que diseñó las modificaciones para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Su influencia aún puede apreciarse hoy, ya que muchas de las estructuras de la zona muestran las características de los populares movimientos Art Nouveau y Modernismo de aquella época. Esto ha dado lugar a una llamativa mezcla de arquitectura antigua y nueva.
Además, el pasado de la ciudad también se refleja en la arquitectura. A pocas manzanas se encuentra el Barrio Gótico, cuyos edificios ostentan una herencia medieval. Esta influencia es obvia en las esculturas ornamentadas y los intrincados diseños que adornan muchos de los edificios cercanos. La arquitectura modernista de principios del siglo XX también es visible, con formas geométricas atrevidas y colores brillantes incrustados en algunas de las estructuras más nuevas.
La zona se ve aún más realzada por la multitud de esculturas que hay esparcidas por el lugar. Estas obras de arte han sido realizadas por algunos de los artistas más renombrados de la época, como Josep Clarà, Frederic Marès y Josep Subirachs. Cada escultura cuenta su propia historia, que contribuye al atractivo general de la zona. Algunos ejemplos notables son el monumento a Francesc Macià, diseñado por Josep Maria Jujol, y la fuente de las Tres Gracias, obra de Jaume Barba.
Además, la zona destaca por su tamaño. Con una superficie de 5 hectáreas, es uno de los mayores espacios abiertos de la ciudad. Esta considerable extensión de terreno proporciona el telón de fondo perfecto para diversas actividades, desde conciertos y festivales hasta mítines políticos y protestas. Los visitantes también pueden tomarse un respiro de las ajetreadas calles y simplemente relajarse y apreciar la belleza del entorno.
Ubicación y zona de la Plaza de Catalunya
Situada en el epicentro de la ciudad, el emblemático monumento de la Plaza de Cataluña es un bullicioso centro neurálgico tanto para los lugareños como para los turistas. Con una superficie de 5 hectáreas, alberga diversos elementos y puntos de referencia, como sus icónicas fuentes y esculturas, y amplios jardines y paseos. Su céntrica ubicación facilita el acceso a multitud de tiendas, restaurantes y otras atracciones de la zona.
La Plaza de Cataluña tiene un pasado histórico y está impregnada de significado cultural. Se inauguró en 1888 con motivo de la Exposición Universal de Barcelona, y sufrió varias modificaciones a lo largo de los años, incluida su urbanización en 1902 y posteriores modificaciones en 1929. A través de estos cambios, la plaza ha desempeñado un papel importante en el crecimiento de Barcelona como ciudad.
Hoy, este vibrante espacio público es el lugar ideal para experimentar todo lo que Barcelona tiene que ofrecer. Pasea por sus jardines, explora sus muchas atracciones, o simplemente siéntate y disfruta de las vistas y sonidos de la ciudad. Tanto si visitas la ciudad por primera vez como si eres un barcelonés experimentado, la Plaza de Cataluña te dejará una impresión duradera.
El Primer Vecino de la Plaza de Catalunya
Manuel Gibert i Sans, figura influyente en la cultura y la economía de la ciudad, fue el primero en fijar su residencia cerca de la ahora famosa plaza pública. Presidente del Liceo y del ferrocarril Barcelona-Mataró, era un símbolo del prestigio de la zona. Su antigua casa sigue en pie, aunque reformada, y es un testimonio de la historia de la plaza.
Gibert i Sans no sólo fue un destacado hombre de negocios, sino también un mecenas de las artes. Fue miembro de numerosas organizaciones culturales, como la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi, contribuyendo al crecimiento de las actividades culturales e intelectuales de la ciudad durante su periodo de transformación. Su presencia fue un signo de la creciente importancia de Barcelona en la escena mundial.
Actualmente hotel, el antaño grandioso edificio de Gibert i Sans sigue mostrando su elegante fachada y su amplio interior, recordándonos su pasado. Aunque actualmente está rodeado de construcciones modernas y calles concurridas, el legado de su primer habitante permanece. La historia de la plaza es un recordatorio del importante patrimonio cultural de Barcelona y de su papel clave en el avance de España y del resto de Europa.
En conclusión, la Plaza de Cataluña no es sólo una plaza central de Barcelona, es un hito histórico que se ha modificado y urbanizado para satisfacer las necesidades de la ciudad y de sus habitantes a lo largo de los años. Desde sus humildes comienzos como un terreno abierto hasta su estado actual como un bullicioso centro de actividad, la plaza siempre ha sido una parte clave de la identidad de Barcelona. Sus esculturas, arquitectura y ubicación siguen atrayendo a visitantes y barceloneses por igual, recordándonos la rica historia y cultura que nos rodea. A medida que avanzamos, no olvidemos la importancia de conservar y celebrar el pasado, mientras creamos un futuro mejor para las generaciones venideras.